domingo, 9 de noviembre de 2014

TEORÍAS Y PARADIGMAS DE LOS SOCIOLÓGICOS

TEORÍAS Y PARADIGMAS DE LOS SOCIOLÓGICOS  



Las siguientes teorías son consideradas como las grandes escuelas de la teoría sociológica moderna. Además de las expuestas, entre el grupo de las grandes escuelas se encuentran también la Teoría neomarxiana y la Fenomenología, en su vertiente sociológica.

Funcionalismo estructural


En el funcionalismo estructural, no es necesario usar los términos estructural y funcional conjuntamente, aunque típicamente aparecen juntos. Podemos estudiar las estructuras de la sociedad sin atender a las funciones que realizan (o las consecuencias que tienen) para las estructuras. Asimismo, podemos examinar las funciones de varios procesos sociales que pueden adoptar una forma estructural. Con todo, la preocupación por ambos elementos caracteriza al funcionalismo estructural. En definitiva, se puede resumir, que para esta teoría la principal preocupación son las grandes estructuras e instituciones sociales de la sociedad, sus interrelaciones y su influencia constrictora en los individuos.La teoría está asociada a Émile Durkheim y más recientemente a Talcott Parsons, además de a otros autores como Herbert Spencer y Robert K. Merton. A pesar de la indiscutible hegemonía que ostentó durante las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el funcionalismo estructural ha perdido importancia como teoría sociológica.

Neofuncionalismo

Aún cuando el funcionalismo estructural en general, y las teorías de Talcott Parsons en particular, cayeron en el extremismo, había en la teoría desde el inicio de su desarrollo un poderoso núcleo sintético. Así, algunos autores consideran el funcionalismo estructural como una perspectiva estrecha y que su meta debe ser la creación de una teoría más sintética a la que gustan llamar neofuncionalismo.
Jeffrey C. Alexander (1985: 10) ha enumerado los problemas relacionados con el funcionalismo estructural que el neofuncionalismo debe superar, entre ellos "el antiindividualismo", "la oposición al cambio", "el conservadurismo" y "el sesgo antiempírico". Es por ello que se han realizado desde esta perspectiva numerosos esfuerzos por superar estos problemas de un modo pragmático y en niveles teóricos más específicos, como, por ejemplo, el intento de Paul Colomy de refinar la teoría de la diferenciación.

Teoría del conflicto

Al igual que los funcionalistas, los teóricos del conflicto se orientan hacia el estudio de las estructuras y las instituciones sociales. En lo fundamental, esta teoría es poco más que una serie de afirmaciones que se oponen radicalmente a las de los funcionalistas. El mejor ejemplo lo constituye la obra de Ralf Dahrendorf (1958,1959), en ella se contraponen los principios de la teoría del conflicto con los de la escuela funcionalista
Para los funcionalistas la sociedad es estática o, en el mejor de los casos, se encuentra en equilibrio móvil. Para Dahrendorf y los teóricos del conflicto cualquier sociedad está sujeta a procesos de cambio en todo momento. Allí donde los funcionalistas subrayan el orden de la sociedad, los teóricos del conflicto ven la presencia del conflicto en cualquier parte del sistema social. Los funcionalistas (o al menos los primeros funcionalistas) afirman que todo elemento de la sociedad contribuye a su estabilidad; los exponentes de la teoría del conflicto identifican muchos elementos sociales que contribuyen a la desintegración y al cambio.

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