LA SOCIOLOGÍA COMO CIENCIA
LA SOCIOLOGÍA COMO CIENCIA
Durkheim, Marx y el resto de los clásicos del pensamiento sociológico consideraban que la sociología era una CIENCIA pero, en realidad, ¿podemos estudiar la vida social humana de forma científica? Para dar respuesta a estas preguntas, debemos entender lo que significa esta palabra: ¿qué es la ciencia?
Ciencia es la utilización de métodos sistemáticos de investigación empírica, análisis de datos, elaboración teórica y valoración lógica de argumentos para desarrollar un cuerpo de conocimiento acerca de una determinada materia. Según esta definición, la sociología es una empresa científica que conlleva la aplicación de métodos sistemáticos de investigación empírica, el análisis de datos y la valoración de teorías según las pruebas existentes y con un argumento lógico.
Sin embargo, es diferente estudiar a los seres humanos que observar los fenómenos del mundo físico y la sociología no debe considerarse exactamente como una de las ciencias naturales. A diferencia de los objetos de la naturaleza, los humanos son seres auto conscientes que confieren sentido y finalidad a lo que hacen. No podemos describir la vida social con exactitud a menos que captemos primero el significado que las personas conceden a su conducta. Por ejemplo, describir una muerte como suicidio supone saber qué es lo que la persona en cuestión pretendía. El suicidio sólo puede producirse cuando un individuo trata deliberadamente de auto-destruirse. Si una persona se pone accidentalmente delante de un coche y muere no puede decirse que haya cometido un suicidio.
El hecho de que no podamos estudiar a los seres humanos exactamente igual que estudiamos los objetos de la naturaleza es, en ciertos aspectos, una ventaja para la sociología. Los sociólogos se benefician de poder plantear preguntas directamente a aquellos a los que estudian: otros seres humanos. Sin embargo, esta situación crea dificultades con las que no tropiezan los científicos de la naturaleza, porque las personas que saben que sus actividades se están estudiando muchas veces no se comportan del mismo modo en que lo hacen normalmente. Cuando los individuos responden a cuestionarlos, consciente o inconscientemente pueden dar una imagen de ellos mismos que difiere de sus actitudes habituales. Pueden incluso tratar de "ayudar" al investigador, dándole las respuestas que creen adecuadas.
¿Cómo puede ayudarnos la sociología en nuestra vida?
La sociología tiene muchas consecuencias prácticas para nuestra vida, tal y como subrayó Mills cuando desarrolló su idea de la imaginación sociológica.
Conciencia de las diferencias culturales
En primer lugar, la sociología nos permite ver el mundo social desde muchos puntos de vista. Con frecuencia, si comprendemos realmente cómo viven otros, también adquirimos un mejor conocimiento de sus problemas. Las políticas prácticas que no se basan en una conciencia fundamentada de las formas de vida de las personas a las que afectan tienen pocas posibilidades de éxito. En este sentido, un asistente social blanco que trabaje en una comunidad de mayoría negra no logrará ganarse la confianza de los miembros de ésta sin desarrollar una sensibilidad hacia las diferentes experiencias sociales que a menudo separan a los blancos de los negros.
Evaluación de los efectos de las políticas
En segundo lugar, la investigación sociológica ofrece una ayuda práctica en la evaluación de los resultados de las políticas. Sobre el terreno, un programa de reforma puede, simplemente, no lograr lo que pretendían los que lo concibieron, o acarrear desagradables consecuencias no deseadas. Por ejemplo, en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se construyeron, con dinero público, grandes bloques de viviendas en los centros urbanos de muchos países. Estaban pensados para proporcionar viviendas de gran calidad a grupos de ingresos bajos de las áreas suburbiales y disponían de servicios comerciales y comunitarios muy próximos. Sin embargo, la investigación puso de manifiesto que muchos de los que se habían trasladado desde sus viviendas anteriores a estas grandes torres se sentían aislados y desgraciados. Los altos edificios y los centros comerciales de zonas pobres solían acabar en estado ruinoso y se convertían en lugares propicios para atracos y otros delitos violentos.
El autoconocimiento
En tercer lugar, quizá lo más importante sea que la sociología puede señalarnos el camino del autoconocimiento, es decir, de una mayor comprensión de uno mismo. Cuanto más sepamos acerca de por qué actuamos como lo hacemos y sobre el funcionamiento general de nuestra sociedad, más posible será que podamos influir en nuestro propio futuro. No hay que pensar que la sociología sólo sirve para ayudar a quienes formulan las políticas -es decir, a los grupos poderosos- a tomar decisiones fundamentadas. No siempre puede suponerse que quienes están en el poder piensen en los intereses de los menos poderosos o privilegiados al implantar sus políticas. Grupos informados por sí mismos pueden responder de forma eficaz a las políticas gubernamentales o plantear sus propias iniciativas. Asociaciones de autoayuda como Alcohólicos Anónimos y movimientos sociales como los ecologistas son ejemplos de grupos sociales que han intentado, con un éxito considerable, producir directamente reformas prácticas.
En los comienzos de la formulación del proyecto de una ciencia de lo social, se tendió a adoptar como modelo de lo que es el conocimiento científico, el desarrollado con éxito en las Ciencias Naturales. A mediados del siglo XIX, cuando Comte le dio nombre a la Sociología, reinaba un clima de gran optimismo respecto a las posibilidades que el conocimiento científico podía acarrear para el bienestar de la humanidad. Del mismo modo que el progreso de las Ciencias Naturales había plasmado en un rápido desarrollo de la técnica y de la producción, se pensaba que un conocimiento científico de las leyes de la sociedad humana podía ser la llave para resolver los problemas sociales. Por esto, los primeros sociólogos se pusieron como objetivo el descubrimiento de unas leyes generales de alcance universal análogas a las formuladas en Ciencias Naturales, que regirían el orden social.
Cuando la Sociología empírica comenzó a practicarse sistemáticamente, quedaron en evidencia algunas dificultades en el proyecto original. Por lo pronto, se vio que no se podían formular leyes de alcance universal, como las que conocemos en Física, ya que las diferencias entre las sociedades, culturas y épocas, hace que las generalizaciones que se formulan sean más bien triviales y poco informativas, como por ejemplo: “Todas las sociedades tienen un sistema de parentesco”. Es así que, al no contar con leyes generales que explicaran fenómenos importantes de las sociedades, se hacía difícil, o prácticamente imposible, hacer predicciones de largo alcance sobre lo social. Por estas razones, algunos llegaron a afirmar la imposibilidad misma de un estudio científico de lo social.
Sin embargo, el trabajo riguroso de muchos sociólogos demostró que las reales dificultades para la generalización y la predicción, no eran un obstáculo para la constitución de una disciplina científica.
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